Jan Bartek - AncientPages.com - La Secretaría de Cultura federal, mediante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer que, en 42 años de trabajos de investigación en la zona arqueológica de Toniná, el arqueólogo Juan Yadeun Angulo, ha encontrado diversidad de materiales arqueológicos, entre los que destaca una gran cantidad de máscaras, con diversas representaciones en estuco y en esculturas, que dan una idea de los antiguos habitantes de esta ciudad.
La zona arqueológica de Toniná. Crédito: J. Antonio Cruz Coutiño - CC BY-SA 4.0
El investigador del Centro INAH Chiapas indica que algunas de las piezas de estuco fueron encontradas en torno a la estructura conocida como la Casa de la recreación del universo, que está al sureste de la Plaza hundida del Palacio de los Caracoles, las cuales datan de alrededor de los años 650 al 700 de nuestra era.
Yadeun Angulo explica que estas máscaras, la mayoría descubiertas en 2013, y desde entonces, resguardadas y conservadas por el INAH, en la bodega de acervos del sitio arqueológico, representan temas del inframundo, la tierra y el cielo, los niveles donde los señores de Toniná, los gobernantes y el pueblo en general pensaban que se distribuía al mundo y a las deidades.
Asimismo, en Toniná, claramente se ve el uso de la cara humana en la arquitectura: “Aquí el cuerpo humano es parte de la decoración de los edificios”, resalta el arqueólogo.
Dentro de la singular colección de máscaras destaca, primeramente, la representación del señor del inframundo hallada en una cripta del Templo del Sol en 2018; el arqueólogo explica que todos los seres del inframundo no tienen mandíbula inferior, lo que hace evidente que están muertos, además de que esta representación es claramente una deidad con dicha característica.
“Este señor tiene la mandíbula superior y un diente de tiburón, porque son deidades solares y realmente es un muñeco monstruoso, era parte de una representación enorme, donde se veía cómo los señores de Toniná tienen relación con seres fantásticos del interior de la tierra y del cielo estrellado”, comenta el arqueólogo.
Destaca también la representación de dioses de otras culturas, como la de un Tláloc totalmente teotihuacano; aunque la pieza se encuentra fragmentada, presenta las características típicas de esa deidad del Centro de México, que sabemos tuvo una gran influencia en el Clásico maya, por lo cual Yadeun advierte que esta escultura habla de una evidente relación con el Altiplano Central.
De igual forma, hay otras esculturas que representan a gobernantes que están en el ejercicio de su poder y, por tanto, son recordados con toda su magnificencia. El arqueólogo también menciona otra máscara que servía como maniquí y como elemento para hacer máscaras de jade, pues se pueden observar máscaras que todavía se conservan encima de la máscara-maniquí.
Estas caras, estos retratos, nos miran desde el pasado, su mirada nos transporta a la corte real del antiguo y poderoso reino maya. Foto: Silvia Vázquez, Centro INAH Chiapas.
Yadeun Angulo espera que en un futuro puedan hacer exposiciones temporales para mostrar al público el valioso acervo que guarda Toniná, ya que existen colecciones de esculturas de cuerpos enteros de dioses gobernantes, representaciones de escenas del mito del Popol Vuh, así como de páginas enteras, donde se ven a los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, que tienen relación con la tierra, los seres del inframundo y el cielo.
“Estas caras, estos retratos, nos miran desde el pasado, su mirada nos transporta a la corte real del antiguo y poderoso reino maya de Po'o”, finaliza el arqueólogo.
Artículo original en inglés - aquí
Escrito por John Bartek - AncientPages.com Redactor de Personal